martes, 13 de diciembre de 2011

La penúltima, que nos vamos

Sé que tengo el blog un poco abandonado, pero patear por la Gran Manzana cansa un rato. Y después toca hora y media de tren hasta Mine Hill (New Jersey), donde Jorge y familia me han vuelto a dar asilo, por lo que nunca estaré lo suficientemente agradecido. Con todo, espero que comprendáis que cuando cojo la cama por banda no tenga mucho ánimo para darle a la tecla. Es lo que hay.

Esto va tocando a su fin. El viaje, quiero decir. Al blog estoy meditando perdonarle la vida, así que a lo peor sigo con él cuando acabe la ruta. Ya se verá. Al final haré como los buenos borrachos de barra, que siempre piden la penúltima, por si acaso.

Parece que hace meses que llegué y ya estoy volviendo, casi. Por otro lado, estas últimas seis semanas se me han pasado volando. Será el cambiar tanto de zona horaria, que me ha trastocado el disco duro. Se acerca la hora de hacer balance de todo lo visto, oído y vivido aquí, en los States. Pero eso será otro día, no tardando mucho. Qué remedio.

Si mañana mismo volviese a empezar el viaje seguro que no lo haría igual. Puede que tomase otras decisiones, visitaría otros lugares, cargaría con menos cosas... Aún así, no cambiaría nada del que ahora acaba. Me lo he pasado teta (de novicia, por supuesto, como dice uno que yo me sé), así que... He hecho totalmente lo que me ha dado la gana, es lo que tiene salir de paseo uno solo. Si ahora me pusiese a lamentarme de algo o a reprocharme cosas a mi mismo, una de dos: todo esto no me ha servido de nada (que no es el caso) o me he vuelto gilipollas (que tampoco), con perdón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario